No te rindas, aún estás a tiempo De alcanzar y comenzar de nuevo, Aceptar tus sombras, Enterrar tus miedos, Liberar el lastre, Retomar el vuelo. No te rindas que la vida es eso, Continuar el viaje, Perseguir tus sueños, Destrabar el tiempo, Correr los escombros, Y destapar el cielo. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se esconda, Y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma Aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo Porque lo has querido y porque te quiero Porque existe el vino y el amor, es cierto. Porque no hay heridas que no cure el tiempo. Abrir las puertas, Quitar los cerrojos, Abandonar las murallas que te protegieron, Vivir la vida y aceptar el reto, Recuperar la risa, Ensayar un canto, Bajar la guardia y extender las manos Desplegar las alas E intentar de nuevo, Celebrar la vida y retomar los cielos. No te rindas, por favor no cedas, Aunque el frío queme, Aunque el miedo muerda, Aunque el sol se ponga y se calle el viento, Aún hay fuego en tu alma, Aún hay vida en tus sueños Porque cada día es un comienzo nuevo, Porque esta es la hora y el mejor momento. Porque no estás solo, porque yo te quiero. - Mario Benedetti.
Hoy, ser ermitaño no es vivir solo en una montaña literalmente. Ahora son ermitaños las personas que no están pegadas al celular, que no tienen un iPhone 5 o lo último en tecnología, los que no tienen twitter o facebook o los que solo utilizan estos medios por su trabajo o sus estudios. La vida parece ya no estar en las calles, sino en otra dimensión. Es hasta cómico escuc...har a una mamá contar que para comunicarse con sus hijos debe conectarse a internet. Lamentablemente, si hoy no vives con la tecnología de la mano no trabajas, no estudias, no tienes vida familiar, ni vida social. Los libros están desapareciendo, los diarios ya no se están imprimiendo, las personas ya no usan su boca, sino sus dedos. Lo que ven o escuchan en el exterior no es relevante. Si no existe en las redes sociales simplemente no existe o no llama la atención. Pueden ver un niño pidiendo comida, pero no lo miran; pero si alguien publica en la red que en alguna parte hay un niño pidiendo comida, todos comentan sobre cuanto les preocupa la situación.
Si no se está presente en medios sociales, la sociedad no nos conoce. Sin embargo, muchas de las personas socialmente aceptados y activas en la red son conocidas como personajes creados y alineados por esta misma sociedad, sin una identidad propia. Quizás el es ser humano está cometiendo uno de sus errores más comunes, irse a los extremos. Cuando la clave está en mantener los equilibrios. ¿Y tú quién eres?
“No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”. - KrishnamurtiVer más
Para matar al hombre de la paz para golpear su frente limpia de pesadillas tuvieron que convertirse en pesadilla para vencer al hombre de la paz tuvieron que congregar todos los odios... y además los aviones y los tanques para batir al hombre de la paz tuvieron que bombardearlo hacerlo llama porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz tuvieron que desatar la guerra turbia para vencer al hombre de la paz y acallar su voz modesta y taladrante tuvieron que empujar el terror hasta el abismo y matar más para seguir matando para batir al hombre de la paz tuvieron que asesinarlo muchas veces porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz tuvieron que imaginar que era una tropa una armada una hueste una brigada tuvieron que creer que era otro ejército pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo y tenía en sus manos un fusil y un mandato y eran necesarios más tanques más rencores más bombas más aviones más oprobios porque el hombre del paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz para golpear su frente limpia de pesadillas tuvieron que convertirse en pesadilla para vencer al hombre de la paz tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte matar y matar más para seguir matando y condenarse a la blindada soledad para matar al hombre que era un pueblo tuvieron que quedarse sin el pueblo.